Hecho No. 47.

Komitas Vardapet nació bajo el nombre Soghomon Soghomonian.

Si tuviéramos que elegir una persona para ejemplificar el Genocidio Armenio, si la historia de un solo individuo tuviera que ser elegida para representar el microcosmo de la experiencia armenia de fines de siglo XIX y principios del XX, uno no necesitaría buscar más allá del cura y músico Gomidas (o Komitas, en la pronunciación del armenio oriental).

Soghomon Soghomonian nació en 1869 en Kütahya en el Imperio Otomano (hoy, Turquía occidental). Perdió a sus padres a edad temprana y, a pesar de que sus familiares tomaron a cargo su cuidado, en 1881 fue enviado para continuar su educación a Etchmiadzin, el centro de la Iglesia Armenia que se encontraba en el Imperio Ruso. A pesar de que no hablaba armenio en aquel entonces, podía cantar en los servicio de la iglesia y tenía una hermosa voz. Fue su talento musical lo que fue desarrollado y puesto al servicio, mientras trabajaba con el coro luego de recibir su educación religiosa y ser promovido al rango de Vardapet (o Vartabed en la pronunciación armenia occidental, a menudo traducido como “Archimandrita” en español – un cura célibe).

Con el apoyo del Catholicós Khrimian y el magnate armenio Mantashev, Komitas Vardapet recibió una educación musical superior en Alemania, introduciendo a los europeos por primera vez en la tradición musical armenia. Más que simplemente tocar y compartir cultura a través de las fronteras, el profundo talento musical de Komitas sirvió para emprender una exhaustiva investigación sobre la música folklórica armenia (y kurda), música armenia religiosa, así como el sistema de notación musical armenio, conocido como “khaz”. Fue durante este período que la liturgia (misa, servicio de domingo) de la Iglesia Armenia fue modificada usando métodos y notaciones musicales de occidente; el arreglo de Komitas continúa siendo muy popular (junto con el de su contemporáneo, Makar Yekmalian).

Komitas terminó siendo una parte importante de la vida cultural armenia en dos de los centros de expresión armenia de aquel entonces: Tiflis en el Imperio Ruso (Tbilisi, Georgia actual) y Constantinopla, capital del Imperio Otomano, donde se mudó en 1910 (actual Estambul, Turquía). Es particularmente notable por haber dirigido un coro de 300 personas allí, entre otras actividades tales como tocar, desarrollar, enseñar y difundir la música armenia.

Su prominencia lo convirtió en un blanco natural para las autoridades cuando, el 24 de Abril de 1915, los líderes armenios fueron acorralados, anunciando el comienzo del Genocidio Armenio. Komitas fue exiliado en el interior, pero fue traído nuevamente por intervención de algunas personas influyentes. Sin embargo, lo vivido resultó suficiente para causar un gran cambio en él, lo cual, para muchos armenios, sólo puede ser el resultado de la pérdida de su sano juicio.
Komitas quedó internado en un hospital de Constantinopla por pocos años y luego fue trasladado en 1919 a Francia, pasando sus días en un hospital psiquiátrico en un suburbio de París, Villejuif hasta su muerte en 1935.

Por un lado, la trágica historia de Komitas Vardapet sirve para resaltar el propósito del Genocidio Armenio: aniquilar a una nación y una cultura. Por otro lado, el revolucionario trabajo de Komitas Vardapet creó vidas e inspiró la música armenia de hoy en día. No sin razón es considerado como el fundador de la música clásica armenia. Es un testamento a la profunda influencia que este hombre tuvo sobre una nación entera que, luego de su muerte, un régimen ateo y anti-nacionalista traería de vuelta el cuerpo de un cura armenio para su funeral nacional en la capital de la Armenia Soviética. El Pantheón en Ereván – donde se encuentran enterradas muchas figuras de Armenia– se llama, de hecho, Komitas.