Hecho No. 96.

La Danza del Sable de Aram Khachaturian fue protagonizada en las rocolas de los Estados Unidos en 1948.

Uno de los problemas de escribir sobre música es la imposibilidad de expresar en palabras el poder de una actuación orquestal, tales como los trabajos de Aram Khachaturian. Idealmente, la Danza del Sable sería explosiva en los oídos del lector para introducir a este músico armenio, uno de los más célebres compositores del Siglo XX.

Khachaturian nació en 1903 en Tiflis en el Imperio Ruso (la moderna Tbilisi, en Georgia), en el seno de una familia armenia originariamente de la región de Nakhichevan (un exclave de Azerbaiyán hoy en día). Su juventud vio el colapso del reino del Zar y el establecimiento del régimen soviético, que lo llevó a Moscú para continuar su educación musical y para actuar como artista ejemplar dentro de la ideología del comunismo. Aram Khachaturian fue, consecuentemente, marcado como un hombre que tomó la música folklórica y la transformó en una forma más clásica y majestuosa, manteniendo la accesibilidad del pueblo. Ciertamente, sus trabajos están plagados de temas armenios, así como también de elementos musicales del Cáucaso y Asia Central tomados más ampliamente. También fue conocido por algunos trabajos más de vanguardia – lo que podríamos tal vez llamar “música fusión” hoy en día – tal como la mencionada Danza del Sable.

Esa y otras partes de su ballet Gayane, así como los movimientos de Spartacus, otro ballet compuesto por Khachaturian, comprenden sus trabajos más reconocidos, que se extendían desde la etapa soviética de los años 1940 y ’50 a las grabaciones populares y covers en occidente –incluyendo una tarifa estándar en las rocolas de los Estados Unidos en aquel tiempo-con su uso en películas, teatro, publicidades y dibujos animados en las décadas que siguieron, llegando hasta la actualidad. Khachaturian también compuso música para películas, así como concertos y trabajos para solo de piano, cello, violín y otros instrumentos.

Junto con Sergei Prokofiev y Dmitri Shostakovich, Aram Khachaturian fue en un tiempo el preferido del mundo soviético de la música y de la promoción de la cultura de la URSS en el exterior. Sin embargo, tal como ellos, tuvo que enfrentar la condena pública por parte del Partido Comunista a fines de 1940 (por componer música supuestamente “anti-popular”), que duró hasta la muerte de Stalin en 1953 y la revisión de sus políticas. Khachaturian continuó siendo popular como compositor luego de eso, aunque los trabajos por los cuales es más recordado hoy en día fueron escritos antes de aquella piedra en el camino.

Aram Khachaturian murió Moscú en 1978. Aunque vivió y trabajó en Rusia la mayor parte de su vida, Khachaturian es recordado como un icono de la cultura armenia. La capital, Ereván, tiene un gran teatro de conciertos que lleva su nombre, con una monumental estatua en su entrada, además de mantener el museo de Aram Khachaturian. Su cuerpo fue traído a Armenia para su entierro en el panteón nacional, donde numerosas figuras públicas tienen su lugar final de descanso. La composición de Aram Khachaturian para el himno armenio soviético también es recordado como una inspiradora pieza musical; más de una vez, de hecho, ha habido llamados públicos para reemplazar el actual himno nacional armenio por alguno desprovisto de la letra comunista de la época, por supuesto.