Hecho No. 23.
Los primeros cafés europeos fueron establecidos por armenios.
Es cierto, en Armenia no se cultiva café. Nunca se ha cultivado y probablemente nunca se cultivará. Los orígenes de aquella bebida, hoy uno de los productos comerciales más valuados del mundo, se encuentran en una región de Etiopía conocida como Kaffa. La historia cuenta que un pastor de ovejas fue sorprendido por un incremento en la energía de sus animales luego de haber masticado los granos de una planta. Esos granos, tostados y molidos, elaborados y bebidos resultaron tener el mismo efecto en humanos.
Desde Etiopía y por todo el mundo árabe hasta las tierras otomanas, esos granos llegaron a manos de comerciantes, quienes forjaron las rutas desde el este hasta Oriente Próximo y Oriente Medio hasta Europa –puede decirse, incluidos los armenios entre ellos.
Las primeras tiendas de café en Viena y en París fueron abiertas por armenios. Johannes Diodato (o Hovhannes Astvatsatour, que se traduce en “otorgado por Dios” – un nombre muy apropiado para alguien que fue pionero en comerciar café, como muchos acordarán- lideró el camino en territorios habsburgos a finales del siglo XVII, mientras un tal Pascal abría la primer tienda de café en París en 1672, seguido por otro armenio, Maliban, ese mismo año. La moda armenia se veía en las decoraciones de las tiendas de café de aquel tiempo. Hay incluso un ejemplo de un comerciante de café que se refería a sí mismo como “un armenio naturalizado” en una obra francesa de 1696.
Existen indicios de que las primeras tiendas de café en Londres y Praga fueron igualmente establecidas por armenios. Los roles social y político que dichas tiendas de café jugaron en los siglos que siguieron se reflejan en la cultura del café de las capitales europeas que sigue siendo fuerte hoy en día y que son emuladas en otras partes del continente y del mundo entero.
Una palabra sobre la palabra. “Café” y sus variantes, tales como “coffee”, “kaffee”, “qahwa”, “kahve”, o “kofe”, predomina en el nombre de la bebida en casi todos los idiomas, excepto en uno o dos. Uno es del lugar de origen de la bebida – en amárico, una de las lenguas de Etiopía, es llamado “buna” (que también es el nombre utilizado para “grano de café” en árabe). Y el otro es, por supuesto, en armenio, que llama al café “surj” o “surch” (en la pronunciación occidental y oriental respectivamente). Los orígenes de esta palabra, que data de al menos 1787, no son claros. Puede ser una deformación de “sev chur” o “sev jur”, que significa “agua negra”, o podría ser del sonido de cuando se sorbe una bebida muy caliente.
Referencias y otras fuentes
1. National Coffee Association USA. “The History of Coffee”
2. International Coffee Organization. “The Story of Coffee”
3. William H. Ukers. All About Coffee. The Tea and Coffee Trade Journal Company, New York, 1922, chapters 10, 11, 32
4. wien.at. “History of Viennese coffee house culture”
5. Հրաչեայ Աճառեան. “Սուրճ”. Հայերէն Արմատական Բառարան. Երեւանի Համալսարանի Հրատարակչութիւն, Երեւան, 1926
[Hrachya Ajarian. “Soorch”. Armenian Etymological Root Dictionary. Yerevan University Press, Yerevan, 1926]
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6. WordSense.eu Dictionary. “coffee (English)”
7. Wikipedia: “Coffeehouse”
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Representación de una tienda de café del S. XVII en Londres.
Atribución y fuente
[Public Domain], via Wikimedia Commons
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